Ella dice que no tiene miedo, y sonríe. Se arregla, sale a la calle tapada por maquillaje, sonriendo. Sus pasos son seguros, su mirada esquiva. Habla de todo, menos de su vida. Su pasado es intocable, su futuro incierto. Grita que no tiene miedo, que ahora es feliz, que SIN TI es feliz. ¿Pero sabes? En el fondo, tiene miedo de volver a verte. Porque solo tu la conoces, solo tu ves detrás de su mirada, de su maquillaje. Eres el único que entiende sus silencios. La han besado otros labios y otras manos han descubierto su cuerpo, se ha dejado querer, pero nunca ha querido como un día te quiso a ti. Ha pasado noches de bares, de risa, de discoteca. Noches de hotel sin desayuno en la cama. También hubo noches sin luna, oscuras, noches de lágrimas, de lamentos. Noches de silencio. Ella no habla nunca de ti, te esconde en un pasado que nadie conoce. Ahora lleva una nueva vida, en la que tu no entras. Tu cogiste tu camino, te alejaste. Ahora, los dos pensáis en el otro. Ella tiene miedo, y tu ganas de ser feliz, y piensas en llamarla. Ella no quiere quererte, pero tu quieres que te quiera. Tu y ella. Ella y tu. Tu te fuiste sin un porque que ella se quedo esperando. Tu dejaste la puerta encajada. Ella la cerro y echo la llave. Ahora, ambos camináis sin rumbo por una calle vacía. Caminas estudiando baldosas, pero sientes la necesidad de levantar la vista. La ves, es ella. Esta mas guapa que antes, piensas. Ella camina segura, incluso parece feliz. Lleva la mirada fija en un horizonte que no se ve entre los bloques. Entonces te ve. Tu aceleras el paso. Ella se queda inmóvil. Siente un cosquilleo en el estomago. Se siente extraña, otra vez esa sensación, ese escalofrío recorriéndola de los pies a la cabeza. Uno enfrente del otro. Tu no sabes que decir, y te quedas ahí parado. Ella esta aterrorizada, le ha costado demasiado perfeccionar ese papel de chica dura. Se encuentran vuestras miradas y en ese instante el tiempo se detiene y sobran las palabras. La coges de la mano, ella no opone resistencia. Y empezáis a caminar juntos, en silencio, por una calle que sabe a recuerdos.
Y escaparme a un sitio de esos dónde nadie me conozca, y quedarme alli, hasta olvidar que quiero ser para tener claro quien soy...
25 abr 2009
Ella & Él
Ella dice que no tiene miedo, y sonríe. Se arregla, sale a la calle tapada por maquillaje, sonriendo. Sus pasos son seguros, su mirada esquiva. Habla de todo, menos de su vida. Su pasado es intocable, su futuro incierto. Grita que no tiene miedo, que ahora es feliz, que SIN TI es feliz. ¿Pero sabes? En el fondo, tiene miedo de volver a verte. Porque solo tu la conoces, solo tu ves detrás de su mirada, de su maquillaje. Eres el único que entiende sus silencios. La han besado otros labios y otras manos han descubierto su cuerpo, se ha dejado querer, pero nunca ha querido como un día te quiso a ti. Ha pasado noches de bares, de risa, de discoteca. Noches de hotel sin desayuno en la cama. También hubo noches sin luna, oscuras, noches de lágrimas, de lamentos. Noches de silencio. Ella no habla nunca de ti, te esconde en un pasado que nadie conoce. Ahora lleva una nueva vida, en la que tu no entras. Tu cogiste tu camino, te alejaste. Ahora, los dos pensáis en el otro. Ella tiene miedo, y tu ganas de ser feliz, y piensas en llamarla. Ella no quiere quererte, pero tu quieres que te quiera. Tu y ella. Ella y tu. Tu te fuiste sin un porque que ella se quedo esperando. Tu dejaste la puerta encajada. Ella la cerro y echo la llave. Ahora, ambos camináis sin rumbo por una calle vacía. Caminas estudiando baldosas, pero sientes la necesidad de levantar la vista. La ves, es ella. Esta mas guapa que antes, piensas. Ella camina segura, incluso parece feliz. Lleva la mirada fija en un horizonte que no se ve entre los bloques. Entonces te ve. Tu aceleras el paso. Ella se queda inmóvil. Siente un cosquilleo en el estomago. Se siente extraña, otra vez esa sensación, ese escalofrío recorriéndola de los pies a la cabeza. Uno enfrente del otro. Tu no sabes que decir, y te quedas ahí parado. Ella esta aterrorizada, le ha costado demasiado perfeccionar ese papel de chica dura. Se encuentran vuestras miradas y en ese instante el tiempo se detiene y sobran las palabras. La coges de la mano, ella no opone resistencia. Y empezáis a caminar juntos, en silencio, por una calle que sabe a recuerdos.
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